Se inició con la primaria y luego anexó secundaria e inicial. Actualmente, funciona como una escuela agraria que crece vertiginosamente.
Este fin de semana se llevó a cabo una “mateada” familiar que sirvió como festejo del Colegio San José que llegó a sus 80 años de vida con su escuela primaria. La actividad sirvió para congregar a ex alumnos, docentes y directivos y también para hacer un balance de sus fructífera vida institucional.
La hermana Romina Santiago -en diálogo con LA CAPITAL– recordó que todo surgió en un viaje en tren. Fue a través del sueño de tres hermanas de la Congregación de la Inmaculada Concepción, llamadas Hermanas Azules por el color del hábito que se utilizaba en esa época.
Las religiosas se llevaron la gran sorpresa cuando el tren que partió de Necochea donde colaboraban en una escuela parroquial arribó a Buenos Aires, ya que fueron abordadas por dos mujeres. Eran las hijas de José De la Cuadra (fundador de Balcarce) quienes les dijeron que tenían oportunidad de acompañar ese sueño.
“Así fue como cedieron las tierras que son de la familia. Por eso estamos ligados a la historia de Balcarce y de hecho la casa de la familia sigue estando en el predio de la escuela. Hasta hace pocos años, las hermanas acompañaron los últimos días de los últimos integrantes de la familia”, contó la hermana Romina.
La congregación nació en Francia en 1836 y en 1905 llegó a la Argentina y a Balcarce lo hizo en 1938 de la mano de la cesión de un predio de 107 hectáreas que se encuentra al ingreso de la ciudad.
“En las primeras cinco décadas se fundaron diferentes escuelas en el país. Las primeras fueron en Buenos Aires y luego en Tucumán y Córdoba y después en Uruguay. En total, somos 12 colegios y uno de ellos el Colegio Rural San José”, recordó Romina.
Parte del predio está arrendada a un tambo – escuela, donde los alumnos van a realizar ciertas prácticas. Hay otra parte cedida en comodato a Olimpíadas Especiales para que los chicos puedan hacer equitación. También está delimitado el sector donde se conserva la casa de la familia De la Cuadra – un patriomonio de todos los balcarceños- y otro que es donde se ubica una capilla.
Romina contó que “con el paso de la historia se fueron formando nuevos edificios y se fue ampliando. Tenemos edificios amplios: el más grande que es donde funciona el secundario, el restante que fue modificado hace poco tiempo que es sede de la primaria y un tercero y más pequeño que es donde funciona el jardín maternal”.
Asimismo, enumeró que “a lo largo del campo tenemos diversos sectores didáctivo productivos que acompañan la enseñanza de los chicos. En ese lugar, principalmente los que están haciendo prácticas son los alumnos secundarios”.